Por qué el iPhone no es la última palabra en experiencia de usuario móvil
En el mercado de los teléfonos inteligentes hay algo más que el iPhone, aunque dada la gran popularidad de la marca Apple, se podría pensar lo contrario. Esto tiene mucho que ver con la perfecta integración de hardware, sistema operativo y ecosistema que ofrece el dispositivo patentado; un paquete completo y brillante que en su día hizo que las palabras iPhone y smartphone fueran sinónimas.
Sin embargo, Android es ahora el sistema operativo más omnipresente, y gobierna el mercado mundial de teléfonos inteligentes con un masiva 79,3% de su cuota. La naturaleza fragmentada del hardware Android es quizá la razón por la que no es tan reconocible (para la gente que no se interesa por estas cosas) como el producto de Apple. Se suele hablar de iPhone o Samsung Galaxy, ignorando la multitud de dispositivos que existen entre estos dos pioneros de gama alta.
Sin embargo, es el iPhone el que ha capturado la imaginación del público.
Puede que el iPhone esté a la vanguardia de la facilidad de uso centrada en el usuario, pero desde luego no es la última palabra en experiencia de usuario móvil.
iPhone = Menos personalización
Los dispositivos Android, por ejemplo, ofrecen mayores opciones de personalización, lo que permite a los usuarios "jugar" con las pantallas, las pantallas de inicio, etc., y recibir y ver el contenido como quieran. Lo mismo puede decirse de Windows Phone 8, que ha optado por seguir la ruta de personalización de Android, en contraste con Apple (hasta iOS6 incluido), que tiene un enfoque mucho más rígido, de "mamá sabe más", sobre cómo el usuario interactúa con su dispositivo.
iPhone = Menos libertad
Los teléfonos Android son de plataforma abierta, lo que permite una gama mucho mayor de contenidos, accesibles a través de emuladores y sideloading. Puedes cambiar el navegador, el teclado e incluso el lanzador de aplicaciones, todo lo cual es imposible en un iPhone (a menos que quieras jailbreak y anular su garantía).
iPhone = Menos universal
Android tiene una mayor penetración en todo el mundo (como demuestra su cuota de mercado), y la fragmentación del hardware hace que funcione en muchos dispositivos baratos de gama baja, lo que le permite introducirse en los países más pobres, cuyo precio es inferior al del iPhone. Esto da a los dispositivos Android un atractivo universal, abriendo la autopista de la información y proporcionando un método de comunicación muy necesario para aquellos para los que el acceso a Internet no es un hecho.
iOS7
El recién lanzado iOS7 ha intentado remediar algunos de los aspectos menos fáciles de usar de las versiones anteriores. Sigue siendo propietario, por lo que el usuario sigue estando limitado a lo que Apple dice que puede y no puede tener, pero ahora ha incorporado funciones que ya son estándar en Android y otros dispositivos con sistema operativo. Funciones como Centro de controlque permite al usuario acceder rápidamente y sin esfuerzo a los ajustes, etc., con un solo gesto; y el propio iPhone Comunicación de campo cercano (NFC), llamado AirDrop, que permite compartir de forma rápida y sencilla por wi-fi entre dispositivos Apple compatibles.
Aparte de todo esto, la intención de este artículo no era criticar el iPhone, sino simplemente poner de relieve que, en lo que respecta a la experiencia del usuario móvil, siempre es bueno recordar que Apple no es el único competidor en la ciudad.
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