Investigación internacional sobre UX es esencial si quiere evitar errores potencialmente caros, incluso desastrosos, al lanzar productos en mercados extranjeros. Casi nunca basta con trasladar un producto nacional a otro mercado (a menos que sea muy similar al mercado en el que se opera, e incluso en ese caso puede haber sutiles diferencias que no se aprecian a simple vista pero que influirán en la acogida del producto). Aunque la investigación internacional puede resultar cara, antes de descartar la idea, considere el inconveniente de un fracaso total del producto en un mercado extranjero.
Entonces, ¿hasta qué punto puede ser diferente un mercado de ultramar en estos días de globalización y valores occidentales omnipresentes? Para responder a esta pregunta, basta con pensar en el mundo árabe, que se adhiere a valores y valores muy diferentes a los de los países occidentales y puede ofenderse fácilmente, incluso insultarse, si se ofrece algo inapropiado para su cultura.
Idioma y otras diferencias culturales
Y aunque pueda ser reconfortante suponer que la mayoría de la gente del mundo habla inglés, o al menos tiene un conocimiento rudimentario de la lengua, hay franjas enteras de importantes mercados potenciales en los que no es así: Japón y muchos países de Extremo Oriente, China, grandes partes de África y América Latina, la India y el resto del subcontinente... y la lista podría continuar. Japón y muchos países de Extremo Oriente, China, gran parte de África y América Latina, India y el resto del subcontinente... y la lista podría continuar. Para comercializar en estas zonas, hay que comprender las motivaciones, necesidades y circunstancias de los usuarios potenciales a los que nos dirigimos. Aunque muchos de los usuarios hablen inglés, su comprensión puede ser muy diferente a la nuestra y las frases y palabras pueden tener significados muy diversos para ellos... un coloquialismo que nosotros utilizamos puede transmitir algo peyorativo de forma muy personal para otros.
El idioma no es el único problema, aunque puede ser una barrera considerable en sí mismo; pero hay otras diferencias culturales significativas que pueden hacer que su campaña resulte ininteligible, ofensiva o simplemente poco atractiva para un mercado extranjero. La investigación internacional de UX puede ayudarle a sondear algunos de los problemas culturales y prácticos que pueden existir en otros mercados nacionales y ayudarle a evitar caer en las trampas que estos puedan poner.
Por ejemplo, las culturas asiáticas suelen tener una percepción del diseño y la distribución muy diferente a la de las sensibilidades occidentales, y una presentación perfectamente aceptable para un estadounidense o un europeo occidental se convierte en algo difícil, frustrante o molesto para sus homólogos orientales. Del mismo modo, los llamamientos a la ostentación o al materialismo pueden fracasar en países en los que, por ejemplo, el honor y la familia son más importantes que los objetos materiales o en los que el estatus está determinado por otros factores distintos de la posesión.
El mensaje subyacente en relación con los mercados extranjeros es que no se sabe lo que no se sabe y que tomar decisiones basadas en esta falta de conocimiento, comprensión y perspicacia puede ser, en el mejor de los casos, improductivo y, en el peor, calamitoso. La mejor forma de mitigar parte de este riesgo es asociarse con una organización, ya sea para toda la empresa o partes importantes de ella, o al menos conseguir que una organización local ayude en la investigación, traducción, instalación, etc.
Si está interesado en saber más sobre la investigación internacional de usuarios, póngase en contacto con nosotros y envíenos un correo electrónico a hello@ux247.com.